No dejes restos de mí
guardados en la nevera
por si un día -sediento y con ganas-
tus labios me reclamaran.
Si me abres
bébeme entera.
Y vuelve a abrirme mañana
otra vez...
O no me abras.
Que la ambrosía merece un gourmet
y no un sediento de puro placer.
© Nía Murtal
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada