dijous, 26 de gener del 2017

Tricotar

Un día me contaron que si todos tirásemos a la vez del hilo invisible que nos mantiene conectados, el mundo sería rojo latido y cada pecho tendría su abrigo.

Y mira, he visto tanto pecho temblar y tan poca caldera humana que estoy tejiendo una manta con lana de ojalá mañana. No tengo la medida exacta, pero lo bueno de la esperanza es que se encoge o se expande según el propio coraje. Y algunos dicen que es verde... La mía es roja, quizás porque soy de sangre caliente y de ríase la gente, de carmín grosella, de pasiones esbeltas y de fresas con estrellas.

Y he de confesar que no tengo ni idea de tricotar...

Pero sé que haciendo el amor se teje un mundo mejor.

© Nía Murtal

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada